Arriba Reserva tu cita
portada

¡Que no te afecte la enfermedad periodontal!

que no te afecte la enfermedad periodontal

Las enfermedades periodontales son un conjunto de cuadros clínicos, de origen infeccioso, que producen lesiones inflamatorias en cualquier órgano del periodonto. Afectan directamente las encías y los tejidos que soportan los dientes y son patologías causadas por bacterias presentes en la boca con una elevada capacidad destructiva local y potencial daño sistémico.

Existen dos tipos fundamentales de enfermedades periodontales: la gingivitis y la periodontitis.

La gingivitis consiste en un proceso inflamatorio de las encías. Su causa más frecuente es la presencia continua de un exceso de placa bacteriana sobre la zona y sus síntomas más comunes son el enrojecimiento, la hinchazón y el sangrado de las encías.

Aunque es una enfermedad reversible y evitable si se aplica una correcta higiene bucal, la gingivitis no tratada puede provocar que la inflamación se extienda hacia la profundidad del periodonto desembocando en una periodontitis, la forma más grave y destructiva de la enfermedad periodontal.

Todas las periodontitis provienen de una gingivitis, pero no todas las gingivitis terminan en periodontitis. En la periodontitis se produce una inflamación y una destrucción de la encía mucho más profunda, causando la retracción de las encías y formando las llamadas bolsas periodontales alrededor del diente. La acción de las bacterias y del sistema inmunológico para combatir las bolsas termina de deteriorar el hueso y los tejidos que sostienen el diente hasta provocar su caída.

La periodontitis es un proceso irreversible y se caracteriza por ser la causa más frecuente de pérdida o extracción de dientes en pacientes mayores de treinta y cinco años. Además, esta puede afectar la salud general, aumentando el riesgo cardiovascular, diabético y de partos prematuros en las mujeres.

La causa esencial de las enfermedades periodontales es una mala higiene dental, ya que favorece la formación de la placa bacteriana y el sarro debajo de la línea de la encía.

Además, existen otros factores de riesgo como el consumo de tabaco y alcohol,  cambios hormonales, factores genéticos, estrés, sobrepeso, medicamentos que producen sobrecrecimiento gingival y enfermedades como la diabetes y el bruxismo que irritan la encía hasta inflamarla, provocando cambios en el color, la forma y la textura del tejido gingival.

El tratamiento de la enfermedad periodontal dependerá de su grado de evolución. En el caso de la gingivitis el objetivo principal es eliminar la infección y la placa bacteriana mediante una limpieza dental o profilaxis profesional. Es necesario realizar revisiones periódicas que deriven en un diagnóstico precoz de la enfermedad para evitar su evolución.

Si la patología llega a la periodontitis puede ser necesario recurrir a la terapia periodontal, cuyo objetivo primordial no es ya la curación, sino la extirpación de las lesiones, los depósitos de sarro y la reducción de la bolsa periodontal. También puede ser necesaria la introducción de una tela de malla que haga las veces de guía para la regeneración del tejido dañado o de injertos de hueso y tejido para reemplazar las zonas destruidas.