Prevenir es mejor que lamentar, reza el dicho popular. Y en el caso de la salud oral sí que es algo esencial. Es mejor impedir una malformación en el desarrollo de los maxilares y de los dientes a tiempo que intervenir en la adultez, cuando el sistema óseo de una persona ya se ha desarrollado.
La mejor manera de aplicar ese consejo es el tratamiento de Ortopedia maxilar, que permite corregir a tiempo y, más importante aún, prevenir deformidades en los maxilares. Estas situaciones suelen tener antecedentes familiares o de origen congénito que son fácilmente rastreables, lo que permite una intervención a tiempo.
Y es que más allá de una sonrisa, los dientes y los maxilares determinan en gran medida la forma del rostro, la capacidad de masticar bien y una correcta respiración. De ahí la importancia de realizarlo a temprana edad, preferiblemente entre los 2 y los 15 años.
Lo anterior porque en los niños, más que en los adultos, se presentan cambios constantes en la cavidad maxilar y la estructura ósea. Y la Ortopedia maxilar se encarga de prevenir y tratar la posición de dientes, maxilares, lengua, encías, labios y otros elementos que hacen parte de la boca del paciente.
Un examen temprano permite establecer si hay una deficiencia o crecimiento acelerado de los huesos maxilares, lo que desencadena en problemas como mordidas cruzadas o abiertas. Aunque las malformaciones también pueden ser producto de algún hábito de los niños como el empuje lingual, chuparse los dedos o los labios, morderse las uñas, la deglución atípica, la respiración bucal, entre otros.
Dichas anomalías se solucionan con dos tipos de aparatos: fijos o removibles. Y dependiendo de cada caso particular, el profesional determina el mejor tratamiento posible. Estos ejercen una pequeña fuerza para desplazar la formación ósea, ensanchar la mordida o corregir las malformaciones. Y lo mejor es que suelen ser tratamientos indoloros.
El tiempo del tratamiento depende del diagnóstico del paciente, aunque el promedio es casi siempre entre 6 y 18 meses. Los beneficios son muchos, pues como ya lo dijimos no sólo es mejorar un asunto genético o estético, sino también incidir en el desarrollo de la cara, en la capacidad respiratoria, en la forma adecuada de la masticación e incluso en la buena postura de la boca durante el reposo.
Hacer este tratamiento a tiempo evitará que los niños al llegar a una edad adulta tengan tratamientos largos, costosos y complejos, con cirugías o extracciones de dientes o prótesis. Sin lugar a dudas, una gran inversión en nuestros hijos que disminuirá inconvenientes a futuro.
Tan importante es el tratamiento y el diagnóstico a tiempo como confiarle la salud bucal a profesionales expertos en el tema, que garanticen el éxito. En Savanna Clínica Odontológica tenemos a los mejores profesionales en el área para guiar y llevar a feliz término el proceso. Los esperamos.