Es normal suponer que las únicas molestias, enfermedades o hábitos que requieren atención son aquellos que se hacen evidentes y afectan, de una forma u otra, las actividades cotidianas de un individuo. No obstante, un sinnúmero de casos médicos han demostrado lo contrario, con patologías que permanecen silenciosas por años, mientras los efectos hacen lo suyo en el cuerpo.
La salud oral, por supuesto, no es la excepción. Varias sintomatologías dentales se hacen perceptibles solo hasta presentar un estado avanzado, convirtiendo el tratamiento en un proceso más complejo. El bruxismo es una de ellas y, aunque no representa un problema especialmente grave, dejarlo evolucionar sí podría causar lesiones permanentes en tus dientes.
Derivado del francés “la bruxomanie” y utilizado formalmente por Frohman en 1931, el bruxismo es un hábito involuntario que consiste en un movimiento mandibular anormal, ya sea apretando o rechinando los dientes de forma continua y sin finalidad alguna. Puede presentarse tanto en el día como durante los períodos de sueño, a cualquier edad y en ambos sexos. Es considerado uno de los desórdenes funcionales dentarios más frecuentes.
Si bien la definición de bruxismo como patología es clara, no lo es tanto su manifestación, por tratarse de una actividad inconsciente que se presenta, en la mayoría de ocasiones, mientras el paciente duerme. A pesar de ello, los siguientes suelen ser los síntomas más comunes:
- Desgaste dental provocado por la fricción entre las piezas.
- Recesión de encías.
- Dificultad para mover la boca o para masticar.
- Dolor de cabeza y oídos.
- Molestias en cuello y hombros.
- Dolor en los músculos de la cara.
- Sensación de destemple en los dientes durante la mañana.
Insomnio.
El cirujano maxilofacial de Savanna Clínica Odontológica, Omar Ramírez, afirma que el estrés, la ansiedad y otras alteraciones psicológicas son las causas más comunes de bruxismo. De igual manera, algunos desajustes en la oclusión (especialmente en pacientes con ortodoncia), los trastornos de sueño y el consumo de medicamentos psiquiátricos, también pueden generar apretamiento y rechinamiento dental.
Frente a esto, el especialista indica que los tratamientos suelen ser conservadores y cero invasivos para el paciente. Se trata, básicamente, de sesiones de fisioterapia y ejercicios unidos, según el caso, a medicamentos como antiinflamatorios o relajantes musculares.
Después de la evaluación pertinente, se podrá recetar también el uso de placas oclusales para dormir, con el fin de evitar la fricción entre los dientes durante el sueño.
Es importante mencionar que, independiente del tratamiento propuesto, la recomendación general incluirá la revisión del estilo de vida del paciente, teniendo en cuenta los hábitos de sueño, la supresión del consumo de bebidas o sustancias que puedan activar el Sistema Nervioso, la actividad física, y la visita periódica al consultorio odontológico.
En Savanna Clínica Odontológica contamos con el equipo humano y tecnológico que atenderá tus necesidades y acompañará tu proceso hacia una mejor salud oral. ¡Te esperamos!